lunes, 16 de marzo de 2015

El carácter contrarrevolucionario del fascismo

Cuando se escucha a nuevos grupúsculos que intentan pescar en río revuelto, camuflados de un lenguaje pseudorevolucionario que dice luchar contra el Sistema, la usura etc etc, no hay nada como releer a los fundadores del fascismo para recordar su verdadero rostro reaccionario, y su papel como último recurso del capital ante situaciones de especial amenaza a su supervivencia, adoptando una nueva forma, pero manteniendo su esencia basada en la explotación, la apropiación privada de la plusvalía.


"Nosotros hemos constituido el Estado Corporativo y Fascista. El Estado de la sociedad nacional. El Estado que concentra, controla, armoniza y modera al mismo tiempo los intereses de todas las clases sociales, que se ven protegidas igualmente¨.


¨El fascismo organiza tanto a la clase trabajadora como a la clase industrial y las pone a funcionar de forma coordinada. El fascismo no habla de la eliminación de la existencia de diferencias de clase porque le fascismo ni cree, ni proclama la igualdad como especificación de la idea de justicia., La igualdad, en todos los terrenos, es mentira porque no existe y su imposición es radicalmente injusta. Lo que hace el fascismo es proclamar la justicia en las relaciones entre las distintas clases y coordinarlas en beneficio del todo y de cada una de las partes que integran la totalidad de la nación.
¨Las soluciones que propone el fascismo no son ni socialistas, ni liberales. El fascismo protege la propiedad privada, pero la obliga a ser justa con lo que evita el error socialista que la niega y el error liberal que no la controla¨. Benito Mussolini

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