El sionismo vuelve a enmascarar su autoritarismo, sus actitudes fascistas y su brutal colonización bajo la farsa de unas supuestas elecciones democráticas que no casualmente sus resultados han reflejado una vez más a la perfección el refuerzo de la naturaleza de la sociedad sionista, racista e imperialista, características propias del Estado de Israel desde su nacimiento para la consecución de sus fines, que no son otros que la ocupación del territorio palestino y el genocidio de un pueblo.
Ante este panorama las autoridades oficiales palestinas solo alimentan la actual situación, buscando compasión de las mismas potencias occidentales que proporcionan cobertura y financiación para los crímenes de Israel y que de forma permanente permiten perpetuar su impunidad. Es difícil olvidar como recientemente el actual presidente en Cisjordania,Mahmud Abás, posaba para la prensa en la marcha de París con motivo de los sucesos acontecidos en esa ciudad donde fueron asesinadas varias personas supuestamente a manos de islamistas radicales (aunque aún queda mucho por esclarecer en ese asunto y la experiencia nos dice que no debemos confiar en los medios masivos de desinformación que nunca nos hablarán de la negra historia de Estados Unidos y sus operaciones de falsa bandera) junto a otros mandatarios que no solo no movieron un dedo sino que con su consentimiento y apoyo posibilitaron las recientes matanzas en Gaza, supuestos “líderes mundiales” que jamás derramarán una lágrima por los palestinos asesinados.
En esta triste situación, aún quedan grupos como el Frente Popular de Liberación de Palestina que plantean estrategias de resistencia y unidad nacional como única forma de defenderse, conseguir logros y enfrentarse a la colonización.
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